La donación se destinará a 4 proyectos a favor de la educación de la infancia en los países donde operamos.
Ayudamos a UNICEF en la organización de al menos tres campañas de recaudación al año entre nuestros clientes.
Llevamos la solidaridad a la calle con eventos para nuestros clientes y nuestras marcas, invitándolos a unirse a nuestra causa.
Contribuimos en la promoción del conocimiento de los Derechos del Niño en más de 2,000 centros educativos de toda España a través de la creación de material didáctico específico y participativo.
Colaboramos en la implantación de un proyecto llamado el “Árbol de los derechos”, una herramienta que dará a conocer a más de 50,000 escolares la temática de los Derechos del Niño en su programa educativo.
Más de 1.5M de adolescentes en Brasil no asisten a la escuela, por eso ayudamos a la reescolarización de al menos 3,000 adolescentes entre los colectivos más vulnerables de Brasil que han abandonado la escuela a causa de sus condiciones sociales.
Los niños indígenas tienen peores resultados educativos y abandonan la escuela al verse obligados a aprender en una lengua que no entienden. Para mejorar la calidad de la educación de los niños indígenas de México, Privalia colabora en la formación de 1.600 profesores para que puedan enseñar a leer y a escribir en las lenguas locales de los niños.
Lidia con sus diez años y unas ganas tremendas de estudiar, va a la escuela de Loop-Xul, en el municipio de Tinum para recibir su enseñanza en castellano. A diferencia de Lidia, muchos niños desconocen el castellano, lo cual hace muy difícil que puedan tener acceso a una educación de calidad y desarrollarse plenamente. En muchos casos, los niños y niñas acaban abandonando la escuela. Gracias a la iniciativa que UNICEF ha puesto en marcha por la educación indígena, en 18,000 escuelas rurales, niñas y niños recibirán la enseñanza primero en su lengua materna. Profesores y educadores introducirán gradualmente la lengua española, asegurando así que puedan acabar el ciclo escolar sabiendo leer y escribir. Esperamos que como Lidia muchos otros niños puedan acceder a la educación en su lengua en México y cumplir sus sueños.
Aunque ya está en el cuarto curso de primaria, Messias presenta dificultades para leer y escribir a sus 12 años. Y es que conseguir una plaza en la escuela no ha sido tarea fácil para su bisabuela Doña Flor. Ella misma tuvo que dejar la escuela para trabajar y mantener la familia y asegura convencida que “Los niños tienen que estudiar si quieren desarrollarse”. En Brasil, más de 3.6 millones de niños y adolescentes no asisten a la escuela. Entre ellos, los jóvenes de 15 a 17 años y, en especial, los afro-descendientes, son los más afectados por esta problemática. Messias a pesar de los madrugones y las caminatas que tiene que dar para llegar a la escuela, solo falta para acompañar a su abuela al médico. Estudiar portugués, matemáticas y divertirse en las lecciones de educación física es algo que merece la pena. Por eso UNICEF trabaja para movilizar a 3,000 adolescentes y 200 directores de centros escolares para que participen, reflexionen y discutan sobre nuevos programas sociales que permita a los jóvenes recuperar sus estudios, y así, su derecho a la educación.